Para animar un poco al soso de su novio, esta morena tetona pensó en un buen plan para cuando llegase a casa. Se pasó por un sexshop y compró un traje de látex y una fusta, para convertirse en sumisa por un día y dejarle hacerle de todo. Cuando él la vio vestida de esa guisa se quedó un poco abrumado, pero ella acabó guiándole en la cama. Empezaron a besarse y al final, logró transformarlo en el semental que ella deseaba que fuese recibiendo una follada muy intensa.