Después de muchos años de matrimonio, esta ama de casa estaba bastante harta y aburrida de su marido, el cual estaba más pendiente de su trabajo que de darle placer a ella, y debido a eso, la señora decidió ponerle los cuernos. La madura conoció a un jovencito en un chat de contactos y le invitó a su piso en cuanto se quedó a solas. Una vez junto a ese chaval, empezaron a besarse y no tardaron en darle al sexo, gozando al fin de una buena polla y acabando el polvo con su semen por toda la cara.