Últimamente esta rubia tetona se ha vuelto muy exigente a la hora del sexo. Siempre que queda con un chico, pide que al menos tenga una polla a la altura de sus exigencias para así poder disfrutar de un buen polvo. Por suerte, su nuevo follamigo es un negro superdotado con una polla bien grande perfecta para sus necesidades. Y es que la macizorra se puso las botas follando con su nuevo amigo, probando todo tipo de posturas y disfrutando de cada una de las duras e intensas penetraciones que le metió hasta recibir su corrida por toda la cara.