Por algún motivo, esta jovencita genera más saliva de lo normal y quiso visitar a un dentista para encontrar alguna solución. El doctor estaba flipando al ver cuantas babas soltaba, pero la rubia quiso demostrarle que también tiene su utilidad. No sabía muy bien a que se refería, hasta ver como la muy golfa se agachaba para chupársela. Acabó tan cachondo con su paciente que finalmente terminaron echando un buen polvete, con el cual la chica siguió babeando pero esta vez por el placer que los orgasmos le estaban provocando.