Además de broncearse y relajarse en la piscina, esta guapa rubia quiso probar el servicio que daba el masajista de su hotel, un momento que sin duda disfrutó muchísimo. Terminó cachondísima y desde ese momento, solo podía pensar en él y no paraba de fantasear. Un día volvió a verlo en la zona de la piscina y le pidió volver a contratar sus servicios pero esta vez en una follada brutal en la que también pudo sentir su enorme polla.