Uno de los amigos de este chico se había comprado un videojuego de esos vintage, así que él fue a su casa a probarla. Después de un rato jugando, apareció la madre de su colega y empezó a charlar con él, descubriendo que es muy tímido y callado. Intentó distraerle del videojuego y solo encontró una forma, insinuándose y quitándose la ropa delante de sus narices. Sin duda surtió efecto, tanto que al final acabó metiéndole un polvazo sin que nadie se enterase en casa.