Puede que no tenga un cuerpo estilizado ni esculpido en el gimnasio, pero para ella es mejor así ya que luce unos melones naturales espectaculares. Sabe que con ese par de tetas tiene a cualquier chico comiendo de su mano y su último ligue fue la prueba de ello. Y es que en cuanto se puso a menear sus pechos delante de sus narices, logró ponerle la polla más dura que una piedra y pronto lo tuvo encima dándole duro a su coño toda la tarde.