Era noche la noche de la SuperBowl y tras quedar con varios amigos, esta jovencita se fijó en uno de ellos en particular. Llevaba tiempo detrás suya y durante todo el partido se pasó más tiempo insinuándose que viendo el partido. Al final logró ponerle la polla más dura que una piedra y mientras el resto comía palomitas y miraban la televisión, ellos prefirieron subirse a una mesa y follar bien duro con él, intentando hacer el mínimo ruido para que no les pillasen.