Después de quedar con su novia para pasar la tarde juntos, la chica se acabó quedando dormida en el sofá y ya él pensó que ese día se quedaría también sin follar. Pero de repente apareció por allí su madrastra y todo cambió, ya que la milf empezó a meterle mano y a insinuarse de manera muy descarada. Los dos se fueron a la cocina y la muy golfa no tardó en echar mano de su polla. El chaval no se pudo resistir a pesar de que su chica estaba dormida en el salón y terminaron dándole al sexo junto a la encimera.