Desde hace unos días, el padrastro de esta chica andaba algo enfermo y apenas podía moverse. A ella no le importó cuidar de él, ordenando la casa y lavándole la ropa. Pero mientras recogía cosas del suelo, el hombre usó sus muletas para levantarle la falda. Ella no le dio importancia, hasta que se sentó encima con la polla dura y listo para penetrarla. Al principio fue un shock pero después, disfrutó tanto de cada penetración que quiso que siguiese follándosela en el sofá.