Parece que en esta empresa no hay amigos y de hecho, dos de las secretarias más golfas de toda la oficina se las ingeniaron para chantajear a uno de sus compañeros. Usaron una cámara oculta en las gafas de una de ellas para grabar todo lo que pasaba en su despacho. Y es que una vez a solas, le sedujeron y acabaron follándoselo en un trío salvaje. Después le comentaron la faena y le dijeron que le mandarían el vídeo a su esposa, haciendo que a las pocas semanas tuviera que dejar el trabajo debido a los problemas que esto le acarreó.