En uno de sus viajes, esta asiática acabó hospedada en un hostal pasando la noche, para luego empezar el día siguiente con mucha energía. Pero mientras estaba en la cama, no pudo evitar pajearse y dejar su coño mojadito. De repente se percató de que estaba compartiendo habitación con un cachas y su instinto hizo que se lanzara a por su polla sin pensar en las consecuencias. Cuando despertó y la vio tan cachonda, le siguió el juego y los dos pasaron la noche follando hasta que la oriental acabó corriéndose muy fuerte.